Citas para meditar

No ofrezcas a Dios sólo el dolor de tus penitencias, ofrécele también tus alegrías.

Son necesarios cuarenta músculos para arrugar una frente, pero sólo quince para sonreír.

Aunque haya religiones diferentes, debido a distintas culturas, lo importante es que todas coincidan en su objetivo principal: ser buena persona y ayudar a los demás.

El que ve el cielo en el agua ve los peces en los árboles.

Sed como la fuente que se derrama y no como el tanque que siempre contiene la misma agua.

Hay que subir la montaña como viejo para llegar como joven.

Perdona a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón; no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza, y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica (agotadora y vana tarea), que te hace juez y cómplice de lo que te disgusta.

El que ha deplazado la montaña es el que comenzó por quitar pequeñas piedras.

A Dios no le placen las cosas hechas por la fuerza. Siendo Él, el Dios del amor, quiere que todo se haga por amor.

Una colección de pensamientos debe ser una farmacia donde se encuentre remedio para todos los males.